Bien exclama el apóstol Pablo:
El verdadero significado de la Navidad es que este regalo de Dios tiene que ser recibido. Jesús vino al mundo y nació de una virgen, es verdad, pero este no es el final de la historia. El murió en la cruz por nuestros pecados, resucitó de entre los muertos y ahora vive.
El Niño de Belén es el Cristo de los Cielos, el Señor de los señores y Rey de reyes. Para conocer y experimentar la vida eterna debes abrirle el corazón a Jesús. Hubo un primer pesebre en la aldea de Belén pero debe haber un segundo pesebre. Esto no quiere decir que el Señor Jesús va a nacer de nuevo como hombre.
La Biblia declara que una vez fue suficiente; la obra fue perfecta y no hace falta repetirla. El segundo pesebre que debe haber es tu corazón en el cual Cristo quiere entrar. Es por eso que nos dice: "Recuerda, yo estoy siempre a la puerta y llamo, si alguno escucha mi llamado y abre la puerta, entraré y cenaré con él y él conmigo." ¿Has abierto ya el pesebre de tu corazón para que el Señor Jesús nazca allí y la luz de Dios se revele en tu alma? Tu Navidad en este año puede ser la Navidad más maravillosa que hayas conocido.Si recibes el regalo de Dios, que es Cristo mismo, en tu corazón, esta celebración tendrá un significado incomparable. Recibe al Señor Jesús en tu corazón y entonces tendrás paz con Dios y paz interior.
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